¿EQUIDAD EDUCATIVA? PURA ENTELEQUIA,

por Ángel Giménez

Ángel Giménez

En el centro de las muchas batallas libradas por el progitanismo se halla la guerra, contra todos, en materia de enseñanza y educación. La comunidad escolar gitana y no-gitana necesita tener garantizada una educación de éxito, en la que no se cite el término fracaso escolar ni tampoco se mencione el absentismo escolar. Ello sólo es posible con la implantación y correcta aplicación de los programas educativos de éxito, es decir, que garanticen resultados óptimos. Así, y no de otro modo, se consigue que ambos términos queden eliminados. La capacidad por la lucha contra la desigualdad educativa tras la era pospandémica, desde una perspectiva comparada, supone la clave de bóveda del magnífico texto que nos brindan Miguel Ángel Alegre y Joan Subirats. Manejando diferentes hipótesis arriban a conclusiones que son la triste realidad del día a día, en España, de los centros educativos segregados. La posición en que se encuentra, por las ratios educativas obtenidas, tales como los altos niveles de abandono prematuro educativo, el segregacionismo manifiesto y el alumnado socioeconómicamente desfavorecido, empequeñece la grandeza del Estado español para vergüenza de todo el conjunto de la sociedad. El potencial de neutralización de las desigualdades sociales inherente a la educación no tan sólo pone en solfa la equidad y la igualdad educativa, sino lo que es más grave lo convierten en pura quimera.


Miguel Ángel Alegre Canosa y Joan Subirats Humet nos regalan, en su ensayo publicado en comandita ‘Sistemas y Regímenes Educativos Comparados: Marcos y Políticas Para Afrontar La Desigualdad Educativa En Europa’, un verdadero tesoro académico que va como anillo al dedo a la situación de la comunidad gitana española. En deuda de gratitud eterna por su trabajo en nombre del Pueblo Gitano en su totalidad. Ambos autores, en sus sendas carreras como doctores en Sociología y en Ciencias Económicas, nos ofrecen desde una perspectiva comparada, en base al diseño marco y al desarrollo de los sistemas educativos en Europa, la capacidad por la lucha contra la desigualdad educativa tras la era pospandémica.

«El concepto de brecha económica en educación no es nuevo y debe ser entendido, dimensionado y combatido en el plano europeo, sí a lo que aspiramos es a construir sociedades justas, cohesionadas y con capacidad sostenible de progreso».

Dicho ensayo, una verdadera joya en el aspecto pedagógico del panorama educativo europeo, aparece en la compilación de ensayos bajo el sugestivo título ‘Los Estados de Bienestar en la Encrucijada’, y, se ocupa de un problema que afecta de lleno a la comunidad gitana manejando la hipótesis que son los alumnos más desfavorecidos socioeconómicamente, que ya arrastraban un índice sobresaliente de peor rendimiento académico, los que han resultado más perjudicados por el cierre de las escuelas en la cuarenta. En la comunidad educativa española, el tema de las ‘escuelas ghetto’ clama al cielo. Infelizmente las gitanas y gitanos españoles en edad escolar (pre-escolar, infantil, primaria, secundaria), dentro del entorno social, político y económico desfavorecido, han sido los más perjudicados. La realidad de la escuela segregacionista en torno a los Centros de Atención Especial, los más de 300 centros repartidos por todo el territorio nacional, se han convertido en verdaderas fábricas creadoras de ciudadanos underground condenados, sin juicio alguno, a renunciar a una vida que les permita vivir con cierta dignidad y no ser la inmensa mayoría clientes de la Seguridad Social. En este sentido, nuestros autores, afirman rotundamente presuponiendo un protocolo de intenciones: “El peso de la desigualdad socioeconómica en la explicación de las desigualdades educativas (lo que en otras palabras ha venido en llamarse la brecha económica en educación) no es nuevo y debe ser entendido, dimensionado y combatido en el plano europeo, sí a lo que aspiramos es a construir sociedades justas, cohesionadas y con capacidad sostenible de progreso”.

«La realidad de la escuela segregacionista en torno a los Centros de Atención Especial, los más de 300 centros repartidos por todo el territorio nacional, se han convertido en verdaderas fábricas de ciudadanos underground condenados, sin juicio alguno, a renunciar a una vida que les permita vivir con cierta dignidad y no ser la inmensa mayoría clientes de la Seguridad Social».

La triste realidad de la comunidad educativa racializada y no racializada en España se ha perpetuado en el estrato social desfavorecido. Evidentemente no es nuevo. La no aplicación de programas de éxito educativo que hagan desaparecer el porcentaje de fracaso escolar y el nivel de absentismo es la comprensión y la dimensión del problema. La escuela alemana que tiene alumnado gitano nada tiene que ver, por desgracia, con la realidad española. Sólo un detalle al respecto: los alumnos alemanes dan clases de romanes e incluso desarrollan las asignaturas en esa lengua, además de otras. En cuanto a los retos europeos en materia de educación, nuestros autores atienden “…desafíos de la política educativa que más directamente tienen que ver con la preocupación y la apuesta por la equidad y la igualación de oportunidades educativas (…) si la educación puede y debe poseer una función clave en términos de cohesión, progreso y bienestar social y económico es, fundamentalmente, gracias a su potencial de neutralización de las desigualdades sociales”.

«Diametralmente opuesta a la inquietud intelectual y académica nos topamos con la triste realidad. El sistema educativo español está produciendo generaciones de nihilistas. Definitivamente la comunidad gitana nada en el mar de la vulnerabilidad; en el ámbito educativo, si cabe, es donde mejor se puede apreciar esta desigualdad sistémica que aboca a los gitanos y gitanas españoles en edad escolar a la espiral de la pobreza».

Diametralmente opuesta a la inquietud intelectual y académica nos topamos con la triste realidad. El sistema educativo español está produciendo generaciones de nihilistas. El análisis efectuado por estos autores viene definido por una estructura trinitaria atendiendo a, en primer lugar, el nivel de aprendizajes; en segundo lugar, a la segregación escolar y, por último, al abandono prematuro de los estudios. En el ámbito del nivel de aprendizaje, nuestros científicos sociales en el desarrollo de su ensayo, nos dicen textualmente: “En todos los países existe un buen número de alumnos con dificultades de aprendizaje que no siguen el curso con normalidad y que acaban teniendo un riesgo elevado de desmotivación y abandono educativo (…) Tales dificultades, en especial aquellas más profundas y perdurables no se distribuyen aleatoriamente entre los distintos grupos sociales, sino que afectan al alumnado socioeconómicamente más vulnerable. En particular, las familias con menos recursos económicos y educativos tienen más dificultades para ofrecer a sus hijos e hijas entornos de estimulación cognitiva y de desarrollo de determinadas competencias instrumentales que las familias socioeconómicamente más pudientes”.

Definitivamente la comunidad gitana nada en el mar de la vulnerabilidad; en el ámbito educativo, si cabe, es donde mejor se puede apreciar esta desigualdad sistémica que aboca a los gitanos y gitanas españoles en edad escolar a la espiral de la pobreza. En palabras de Alegre y Subirats “el ciclo de las desigualdades intergeneracionales se fundamenta en tres planos de transmisión desigual de oportunidades en el seno de la familia: recursos económicos, recursos educativos y socialización y alineación entre cultura y actitudes familiar y escolar (…) Los resultados de estas desigualdades se observan año tras año en la diferencia de puntuaciones que alumnos ricos y pobres de unos y otros países obtienen en las pruebas de competencias nacionales e internacionales”. La constatación de la llamada brecha económica en la educación afecta de lleno a la comunidad escolar racializada y no racializada que sufre un ámbito socioeconómico empobrecido, para ello sólo visitar algunos de los CAES que jalonan el mapa educativo español, pero lo peor es la perpetuación generacional que supone. Constatamos con los doctores Alegre y Subirats que: “Estas desigualdades socioeconómicas en los aprendizajes, observables ya en las primeras etapas de la educación primaria, están en la base de desigualdades futuras de las trayectorias educativas y vitales de niños, niñas y jóvenes, además de ser decisivas para la reproducción del círculo de la pobreza”.

El problema de la comunidad gitana española en materia de educación es la carencia de correcta implantación de sistemas educativos de éxito como desde este magazine se ha denunciado en reiteradas ocasiones. Es más, y eso también desde este mismo foro lo aplaudimos, es la primera vez que en la legislación española en materia de educación se contemplo la figura de la segregación, ya que “…es necesario conocer y desarrollar aquellas políticas especificas que se hayan probado eficaces en la neutralización de las desigualdades de aprendizajes. Una de ellas la encontramos en los programas de apoyo educativo, que prioricen tanto la prevención como la recuperación de aprendizajes y cuenten con personal preparado, así como la participación de las familias”.

«Habida cuenta que la segregación escolar causa estragos en el rendimiento académico (en nuestro país no se conocía el término segregación hasta esta última reforma educativa, en la que al menos se le nombra), tenemos que fijar nuestra atención en los sistemas educativos nórdicos en los que la segregación está prohibida por ley, nuestra legislación se halla años luz de distancia comparado con otros países del entorno europeo».

El estigma de la segregación escolar, uno de los graves problemas que afectan de lleno a la comunidad gitana española en la esfera educativa, se constata en las afirmaciones extraídas del ensayo mencionado. En concreto se acuña el concepto ‘efecto compañero’ respecto a la ausencia de diversidad en las aulas: “… es también sólida la evidencia internacional que acredita la extracción socioeconómica de los compañeros de escuela también condicionan su progreso educativo. El efecto compañero que, según el nivel de concentración de los distintos perfiles de alumnos, su edad, las características de la escuela y la materia evaluada, puede llegar a explicar hasta un 20% de las diferencias entre unos y otros alumnos (…) por una suerte de efecto contagio, las actitudes y expectativas de los compañeros de clase y del centro con respecto al proceso escolar influyen en la formación de las disposiciones educativas de cada uno de los alumnos y, a partir de ahí, en el estímulo que puedan tener, en uno u otro sentido, hacia el aprendizaje (…) distintos estudios han demostrado que el efecto compañero es asimétrico, y que afecta principalmente a los alumnos socialmente más desfavorecidos. Por ello el fenómeno de la segregación escolar, entendido como aquella situación en la que los centros educativos de un mismo territorio escolarizan a perfiles diferentes de alumnos (diferentes en términos de nacionalidad, estatus socioeconómico o académicos), compromete no tan sólo las oportunidades educativas del alumnado más vulnerable, sino también los resultados educativos del conjunto del sistema (…) la segregación escolar sigue siendo un problema de orden internacional, tanto en la educación primaria, como en la secundaria, y lo es tanto cuando se observa la distribución entre escuelas del alumnado inmigrante como cuando se considera la del alumnado socioeconómicamente más desfavorecido. Así, por ejemplo, en un país como España, en la educación primaria, el 32% de los alumnos con menos recursos económicos debería cambiar de centro para que no hubiera segregación (…) estos mismos datos permiten constatar que ni la segregación étnica ni la de tipo económico parecen estar revirtiéndose en los últimos años”.

Habida cuenta que la segregación escolar causa estragos en el rendimiento académico (en nuestro país no se conocía el término segregación hasta esta última reforma educativa, en la que al menos se le nombra) nuestros autores paragonan las bondades de un sistema educativo segregado frente a uno no segregado, el resultado es una de las realidades de los sistemas educativos nórdicos en los que la segregación está prohibida por ley, nuestra legislación se halla años luz de distancia comparado con otros países del entorno europeo en el cual: “La segregación socioeconómica y por inmigración entre escuelas, sean públicas o concertadas, limita el progreso educativo de los centros y alumnos más desfavorecidos, al tiempo que limitan la resiliencia y capacidad de igualación de oportunidades en el sistema educativo. En cambio, una red escolar no segregada es una red que iguala las condiciones de escolarización y educabilidad del alumnado, además genera un marco de aprendizajes y relaciones sociales más allá de los enclaves de pobreza y exclusión (…) es necesario evitar aquellas políticas que tienden a reproducir, o incluso incrementar, la segregación escolar en el territorio, y apostar por aquellas otras con capacidad para corregirla. Existen en Europa numerosos ejemplos de cómo hacerlo, desde la planificación escolar y los distintos mecanismos de asignación de escuela, pero también desde el empoderamiento de los centros más segregados. Y todo ello, contando con la ausencia de barreras económicas en el acceso a la educación obligatoria en centros sufragados con fondos públicos”. Aquí entran en suerte un conjunto de políticas de diversa índole, tales como políticas de oferta escolar, de gestión de la escolarización, políticas dirigidas a las familias y políticas de empoderamiento de centros segregados; todas ellas combinadas de forma rigurosa nos llevarían a la taxonomía de la lucha contra la segregación escolar, y lo que es más importante, sus efectos en la merma de oportunidades del conjunto de alumnos más desfavorecidos.

En materia de Educación en el ámbito europeo uno de los problemas de más calado, en España se agudiza la cuestión de un modo sobresaliente sobre todo en los centros segregados y en referencia exclusiva a la comunidad gitana escolar, es la permanencia en el sistema educativo: un reto central en la agenda política educativa europea. El índice de absentismo escolar, de abandono temprano de la escuela especialmente en la etapa secundaria es la batalla más dura en la guerra de un sistema educativo de éxito. Nos recuerdan nuestros autores que “la finalización del conjunto de la educación secundaria incrementa las garantías de éxito en la entrada del mercado laboral y permite abrir las puertas a la continuidad académica hacia la educación superior”. La guerra, y en materia de educación, en el centro de las muchas batallas que se libran contra el abandono educativo ha sido diseñada desde tres ámbitos de fundamentación, a saber, desde la preocupación por la equidad educativa, desde la eficacia educativa general y desde teorías del capital humano que produce una bolsa disfuncionalmente sobredimensionada de potencial mano de obra poco o nada cualificada, en nuestro país, lamentablemente, resulta particularmente acuciante “el peso de esta infracapitalización educativa se encuentra acompañada de un volumen significativo de jóvenes sobrecualificados (…) los programas de orientación de ámbito escolar se han mostrado claves para prevenir el abandono prematuro del sistema educativo y combatir un déficit formativo que aboca a las personas jóvenes a la desocupación o la precariedad laboral”. Concluyendo estas constataciones de la triste realidad educativa en las escuelas segregadas y racializadas de nuestro país, apostamos al igual que los autores que inspiran este artículo por la necesidad de “poder dar respuesta a la situación de aquellos jóvenes que han abandonado prematuramente la educación, o lo han hecho con un nivel competencial muy limitado, encontrándose abocados a la exclusión del mercado laboral formal (…) Los denominados programas de segunda oportunidad han mostrado tener un buen potencial para mejorar las oportunidades educativas y laborales de estos jóvenes, principalmente, gracias a su enfoque integral, pues hacen hincapié en el acompañamiento, la personalización y la relación con el sector empresarial”.

El sueño, ampliamente publicitado desde este magazine por contar con una agenda educativa contra la desigualdad, nos lleva tanto a definir unas conclusiones como a identificar los desafíos futuros. Situando la atención sobre la estructura trinitaria de niveles de aprendizaje, por un lado; la segregación escolar, por otro; y el tercer aspecto en discordia es el abandono prematuro de los estudios. Nuestros autores, de forma magistral, dicen al respecto de las conclusiones y nuevos desafíos: “parece comprobado que los sistemas educativos más comprensivos y con mayor peso de la educación y la regulación pública tienden a presentar un red escolar menos segregada, tanto en el nivel socioeconómico como por inmigración; además, estos sistemas frenan el peso de los efectos negativos que determinadas composiciones escolares especialmente segregadas pueden tener sobre las oportunidades educativas del alumnado […] en el terreno de las desigualdades de aprendizaje, hemos hablado de la eficacia de las políticas de apoyo escolar, traducidas en programas llevados a cabo más allá del horario lectivo […] Para luchar contra el abandono prematuro educativo y su exacerbación entre los jóvenes más desfavorecidos, hemos destacado la capacidad de impacto de tres tipos de intervención actualmente en auge en buena parte de los países europeos, a saber, los programas de orientación educativa, desarrollados en los mismos centros escolares a través de planes individualizados de acompañamiento; los programas de mentoría y, por último, los programas de segunda oportunidad”.

Respecto a la segregación escolar, la cuestión apremia de forma alarmante a España, con una de las tasas más altas de abandono educativo prematuro de Europa, nos dicen “… hemos hecho referencia a políticas de planificación de la oferta, gestión de escolarización y la asignación del alumnado, actuaciones dirigidas a las familias y dirigidas a empoderar a los centros más segregados […] Esta síntesis dibuja una primera agenda de políticas educativas desde la perspectiva de la equidad y la igualdad de oportunidades. Una agenda tan urgente como necesaria en España que posee una de las tasas más altas de abandono educativo prematuro de Europa; un elevado nivel de segregación socioeconómica; unas desigualdades sociales de aprendizaje que no se reducen sino que se mantienen significativas en todas las áreas competenciales; a lo que, cabría añadir, que el porcentaje de población infantil en riesgo de pobreza es uno de los más altos de Europa”.

«Los resultados, para vergüenza de todos los implicados en las tareas educativas y del conjunto de la sociedad en su totalidad, son un crimen de lesa humanidad, en especial aunque no únicamente, contra la población gitana en edad escolar. Un desolador panorama que hace microscópica la grandeza del Estado español en programas educativos exitosos».

Para afrontar los desafíos nuestros autores claman, en una predica en el desierto para las autoridades educativas de nuestro país, vindicando “la necesidad de ‘más Europa’ (y no sólo ‘más fondos europeos’) también en materia educativa”. Falta un largo trecho en la cuestión de la educación marginal, racializada o no racializada, en nuestro país, como por ejemplo prohibir por ley la segregación escolar, como hace décadas está establecido en los países nórdicos. Los resultados, para vergüenza de todos los implicados en las tareas educativas y del conjunto de la sociedad en su totalidad, son un crimen de lesa humanidad, en especial aunque no únicamente, contra la población gitana en edad escolar. Un desolador panorama que hace microscópica la grandeza del Estado español en sistemas educativos. En materia educativa, infelizmente, se sigue combatiendo por una enseñanza que garantice los resultados, por una educación de éxito. Se está vulnerando, para la comunidad gitana en edad escolar, el derecho a una educación que garantice resultados óptimos. De modo que, por desgracia, la equidad e igualdad educativas se hallan en entredicho. Mejor dicho, son pura entelequia. Una quimera más que engorda el simulacro social en torno a la educación marginal.<7