Diego Luis Fernández, un pope en el contexto político de la comunidad gitana española, no ha dejado de reclamar con insistencia un estatuto político, un reconocimiento político mediante ley orgánica para las gitanas y gitanos españoles. Para ello insta a crear lobbys que lleven sus propuestas consensuadas a los partidos políticos. Para el director del Instituto de Cultura Gitana es necesario crear una delegación del gobierno para el pueblo gitano. Hay que cambiar la política asistencial por una política de reconocimiento para la minoría cultural gitana.